Por Lourdes Ramírez, Intérprete de conferencias, AIB
Tuve el privilegio de conocer a Sarita a principios de los
años 90 en Ámsterdam. En aquella época yo vivía en Bruselas y, como en los
Países Bajos por aquel entonces no había más que media cabina española que
trabajara en condiciones AIIC, - ella - nos contrataban con mucha frecuencia a
varios colegas de Bruselas para reuniones de mercado privado.
Sarita dejó su Cuba natal en el año 1961. Tras pasar por
España y Suiza - donde cursó estudios universitarios - se formó como intérprete
en la ESIT en París y entró en AIIC en cuanto reunió los requisitos.
Su trayectoria profesional es rica y dilatada. Ha
trabajado en 3 regiones AIIC diferentes antes de dar el salto a Estados
Unidos. Actualmente reside en Houston
desde 1999 y es miembro de la ATA (American Translators Association) que cuenta con más de 10.000 miembros,
incluyendo los 4.156 de la División de Intérpretes.
En esta entrevista nos describe los rasgos más destacados
del mercado norteamericano, haciendo especial hincapié en su
experiencia como intérprete judicial.
PREGUNTA: - Sarita, tras vivir y trabajar en Países Bajos,
España y Noruega en unas condiciones bastante regladas. ¿Cómo fue la
experiencia de aterrizar en EE.UU y abrirte un hueco en ese mercado?
Dejé un mercado donde la única condición que no estaba
normalizada (y formalizada de antemano) era si en la cabina ocuparía el asiento
de la derecha o el de la izquierda y aterricé en un salvaje oeste donde el
alcance de AIIC era prácticamente nulo: ni el contrato, ni la cabina, ni
siquiera el segundo intérprete se podían dar por sentado. Tuve que hacer lo que
no había necesitado nunca: analizar, para saber explicarlo, el porqué de todas
y cada una de nuestras condiciones de trabajo.
PREGUNTA: - Has trabajado para el departamento de Estado y
otros órganos del Gobierno. ¿Cuáles son los requisitos y las condiciones?
Para poder trabajar en el Departamento de Estado es
obligatorio pasar un examen que organiza su oficina de Servicios Lingüísticos.
La pertenencia a AIIC no es un eximente. Para el Security clearance se somete
al candidato a una investigación que incluye una entrevista.
Las condiciones de trabajo allí son condiciones AIIC. Si
la reunión es bilingüe, se hace con dos intérpretes que trabajan en ambos
sentidos. Cuando las reuniones son itinerantes, se prescinde de la cabina y se
utiliza un equipo portátil.
Algunas misiones en el extranjero de funcionarios estadounidenses
(inspectores de la FDA, por ejemplo) se hacen en consecutiva con un solo intérprete.
PREGUNTA: Estás acreditada para trabajar en la judicatura,
donde tienes mucha experiencia. ¿Cómo es interpretar para los tribunales?
En EE. UU., en la combinación
inglés <> español existe una gran demanda de intérpretes para atender las
necesidades de los inmigrantes en sus contactos con el sistema judicial.
Hay grandes diferencias entre la interpretación de
conferencia y la de tribunales en cuanto a las destrezas que se necesitan, las
condiciones en las que se realiza el trabajo, los oradores que se interpretan,
el protocolo, incluso la ética.
En las conferencias, se
interpretan presentaciones y debates entre expertos en un mismo tema
que suele ser técnico, lo que entraña dominar la terminología, además de la
lengua culta.
En el sistema judicial, gran parte
del tiempo lo que se interpretan son diálogos
entre superiores y subordinados –por ejemplo, abogado y testigo, juez y
acusado-- a veces en situaciones de gran tensión nerviosa. En ciertos actos
procesales, esos diálogos son guiones que se repiten, lo que reduce la
dificultad del trabajo. Pero también hay una gran diversidad temática, sobre
todo en las declaraciones juradas que se toman de los testigos fuera de los
tribunales, y hay que saber interpretar en todo tipo de estilos y registros
lingüísticos, además del jurídico, y conocer los regionalismos y coloquialismos
dialectales de distintos países.
Por ejemplo, un juez que quiere
ser clemente, en busca de una circunstancia atenuante, pregunta a un imputado
mexicano: “¿Por qué cometió usted el delito?” El imputado contesta: “Porque se
me hizo fácil”. ¿Qué quiere decir con eso? ¿Que calculó que le sería fácil
salirse con la suya? Las interpretaciones más naturales, “because I found it easy to do” o “because I figured it would be easy for me”, dan a entender al juez
que hubo mens rea, intención de
delinquir. En realidad, lo que quiso decir el inculpado es: “actué de manera
impulsiva y sin pensar en las consecuencias”. O sea: “I didn’t think it through”, “I
didn’t think of the consequences”. Las dos interpretaciones pueden
repercutir de manera muy distinta en la severidad de la sentencia.
Otro ejemplo: en un juicio contra
el supuesto jefe de una banda de narcotraficantes, el fiscal pregunta a un
testigo centroamericano: “¿Por qué estaba usted haciendo guardia en la casa
donde se escondía la droga?” El testigo responde: “Porque ocupaba dinero”. ¿¿¿???
Un intérprete de conferencia puede interpretar toda su vida a delegados de
Latinoamérica y nunca oír esa expresión. En EE.UU., un intérprete de tribunales
la interpreta constantemente. ¿Traducción?: “Because I needed the money”.
En muchos estados, como en Texas,
ejercer la interpretación judicial implica aprobar un examen. Una vez
conseguida la licencia, hay que renovarla anualmente mediante un curso de
formación continua de ocho horas con un componente de dos horas de ética.
La certificación más prestigiosa
(y lucrativa) a la que puede optar un intérprete de inglés <> español en
EE. UU. es la que lo habilita para trabajar en los tribunales federales. Son
dos rigurosos exámenes: uno escrito y (al año siguiente) uno oral de
consecutiva, simultánea y traducción a la vista. La ATA ofrece una
certificación en traducción escrita, previo examen no menos exigente (de ello
puedo dar fe, porque pertenezco al grupo de inglés al español que elabora y
califica los exámenes).
En un país tan litigioso como lo
es EE. UU., es lógico que se dé tanta importancia a las certificaciones. En un
tribunal, una interpretación poco profesional puede dar lugar a una injusticia.
En un hospital, a una demanda por negligencia médica.
PREGUNTA: - ¿Cómo se organiza el trabajo
en el mercado privado, cómo se gestiona la
oferta y la demanda?
A falta de certificaciones para la
interpretación de conferencia, los clientes suelen dar por válidas las que
existen, a pesar de que poco tengan que ver con ella. Hay muchos vendedores de
servicios lingüísticos de todo tipo, directores de proyectos, proveedores de
equipo, organizadores de eventos, que no son intérpretes de conferencia. Esa
situación me impulsó a emprender un proyecto educativo que consistió en la
creación de un sitio web (www.ConferenceInterpreting.info)
y un librito electrónico titulado (Don’t) get lost in interpretation: a guide
to hiring professional conference interpreting services in the Unidad States.
El librito está dirigido a
usuarios, intérpretes y proveedores de intérpretes y resume la información que
la AIIC ofrece en su sitio web, enfocada hacia el mercado privado EE. UU. El
argumento de partida es que la interpretación es un servicio y, como tal, no se
puede probar antes de usarlo. Por lo tanto, es conveniente saber reconocer a un
buen proveedor de servicios lingüísticos y ser capaz de evaluar las
credenciales de un intérprete. El librito también proporciona las claves para
el buen rendimiento del servicio: contratar intérpretes cualificados en número
suficiente, dotarlos del equipo necesario, proporcionarles la información que
necesitan para prepararse de antemano.
En conclusión, podríamos decir que el
ejercicio de nuestra profesión no se diferencia tanto a uno y otro lado del Atlántico.
Para hacer un buen trabajo, los intérpretes tienen que disponer de buen sonido,
poderse documentar para la conferencia y trabajar en equipos de como mínimo dos.
Lo único es que en el mercado privado de EEUU (en comparación con el de Europa),
el intérprete pasa más tiempo educando a los clientes, colegas y proveedores de
intérpretes no experimentados.
Donde sí hay un elemento diferenciador es en todo lo
relacionado con la interpretación a distancia - muy practicada en un país con distancias
tan enormes – y en la remuneración del intérprete - que puede llegar a ser por
minuto (¡!) - pero es una cuestión que merece todo un capítulo aparte y quizás el
tema de otra colaboración futura -.