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Friday, October 18, 2024

Comunicación no violenta

Por Mireia Bas, AIB 

Marshall Rosenberg, doctor en Psicología, dedicó varias décadas de su vida a estudiar la relación entre lenguaje y violencia, desde sus experiencias como mediador en todo tipo de conflictos. De ahí surgió la Comunicación NoViolenta (CNV), un enfoque práctico que promueve la acción y no solo la reflexión. La CNV no es una propuesta de expresión políticamente correcta o que nos invite a reprimir nuestro enfado y conformarnos para evitar los conflictos. Muy al contrario, nos invita a dar espacio al conflicto empezando por escucharnos plenamente.

Es un placer para mí presentar el artículo preparado para nuestro blog por mi admirada Noelia Jiménez, colega traductora y formadora certificada por el Center for Nonviolent Communication. 

Mireia Bas Baslé

COMUNICACIÓN NO VIOLENTA: LAS NECESIDADES HUMANAS COMO PUENTE ENTRE PERSONAS

Existe la creencia de que las necesidades son algo malo y las personas no deberíamos necesitar nada. Y, en todo caso, si necesitamos algo, mejor que no se note mucho. Esto sucede cuando consideramos las necesidades como carencias.

Hay otra manera de entender las necesidades, bajo el prisma de la Comunicación NoViolenta (CNV), que las considera motor de vida ya que nos impulsan a actuar para lograr más bienestar. La premisa es que todo lo que hacemos, lo hacemos para cubrir necesidades (consciente o inconscientemente) y que nuestros sentimientos y emociones nos ponen en la pista de lo que necesitamos en cada momento.

Si tengo sentimientos desagradables o incómodos, es porque alguna necesidad mía no está cubierta. Si tengo sentimientos agradables, es porque alguna necesidad muy importante para mí en este momento sí está cubierta. Darme cuenta de esto me ayuda a orientar mis acciones hacia donde pueden ser más efectivas.

¿Y qué tiene que ver esto con la comunicación y con la violencia?

Marshall Rosenberg, doctor en Psicología y creador de la CNV, dedicó varias décadas de su vida a estudiar la relación entre lenguaje y violencia, desde sus experiencias como mediador en todo tipo de conflictos. Y descubrió que, cuando se llegaban a identificar las necesidades en juego, la mayoría de los conflictos se resolvían con relativa facilidad.

El problema: confundimos constantemente necesidades con cosas que no lo son. Por ejemplo, con lo que en Comunicación NoViolenta llamamos estrategias (es decir, las cosas concretas que hacemos para cubrir necesidades). Nos aferramos a opciones concretas sin entender cuáles son las necesidades de base y eso genera rigidez y entorpece el entendimiento mutuo y la resolución de conflictos.

Cuando detectamos cuáles son las necesidades básicas en juego, es más fácil comprender a la otra persona (lo que le mueve a actuar como actúa; lo que le gustaría lograr en el fondo) y también hacernos entender, comunicando nuestras motivaciones y anhelos.

El enfoque de la Comunicación NoViolenta no es, como algunas personas creen, una propuesta de expresión políticamente correcta o que nos invite a reprimir nuestro enfado y conformarnos para evitar los conflictos. Muy al contrario, nos invita a dar espacio al conflicto empezando por escucharnos plenamente: no solo nuestra charla mental, sino también nuestras necesidades y motivaciones más profundas. Desde ahí, se pueden tender puentes de entendimiento que nos permitan vernos como seres humanos y colaborar para encontrar soluciones que sirvan para todas las partes.

La Comunicación NoViolenta nos ofrece modelos y procesos desarrollados teniendo en cuenta qué elementos favorecen el acercamiento y la conexión y qué otros promueven la separación y las actitudes defensivas y de ataque. En cuanto a esto último, algunos de los elementos identificados por Rosenberg son la exigencia, la crítica, la comparación, buscar culpables, negar responsabilidad, minimizar la experiencia de la otra persona, tratar de corregirla, luchar por tener la razón y servirse de premios y castigos para motivar los comportamientos deseados.

Y si todo esto, que tenemos perfectamente interiorizado, entorpece el entendimiento entre personas y dificulta la resolución pacífica y constructiva de conflictos, ¿qué alternativa tenemos?

Rosenberg nos invita a poner el foco en cuatro componentes de nuestra comunicación: la observación, los sentimientos, las necesidades y la petición

Observar requiere que entrenemos una mirada menos condicionada por nuestros juicios e interpretaciones. La invitación no es a reprimirlos sino a apartarlos por un momento y llevar la atención a los hechos concretos, la realidad observable en una situación determinada. ¿Qué ha sucedido que ha detonado el desencuentro? 

Una mirada más neutra en este sentido nos ayuda, por un lado, a no azuzar nuestros propios sentimientos (de rabia o frustración, por ejemplo) con un diálogo interno basado en la crítica y el juicio. Y, por otro lado, cuando hablamos con la otra persona, nombrar hechos observables en lugar de juicios, críticas y acusaciones puede ayudar a evitar que se cierre y se ponga a la defensiva de inmediato.

En cuanto a los sentimientos, ya lo he mencionado antes: son mensajeros de nuestras necesidades y, por lo tanto, la propuesta es dar espacio a nuestro sentir, entender que cada emoción y sensación tiene su función y preguntarnos: ¿de qué necesidades me está hablando esto que siento? ¿Qué me gustaría que estuviera presente en esta situación y no lo está? ¿Respeto, consideración, reconocimiento…? ¿Empatía, colaboración, libertad…? ¿Seguridad, pertenencia, inclusión…?

Una vez identificadas las necesidades se abre la lluvia de ideas para encontrar estrategias (peticiones, propuestas, decisiones…) que permitan que las necesidades de las partes se cubran. Entramos en un espacio creativo y flexible porque nos podemos desapegar de nuestras preferencias concretas con la tranquilidad de que nuestras necesidades serán tomadas en cuenta. Por suerte, hay innumerables formas de atender una misma necesidad.

La Comunicación NoViolenta también nos ayuda mucho a tomar decisiones sobre nuestra vida, no solo en el marco de un conflicto con otra persona. A orientarnos hacia lo que más nos importa en cada momento (nuestras necesidades, anhelos y motivaciones profundas) sin desentendernos de lo que también es importante para las personas que nos rodean. Todas nuestras acciones tienen un impacto y se nos invita a tenerlo en cuenta a la hora de expresarnos y actuar, sin que eso signifique renunciar a nuestras necesidades y a nuestra autenticidad.

Me gusta sintetizar diciendo que la Comunicación NoViolenta es una combinación equilibrada de asertividad y empatía. Asertividad, en el sentido de entender de verdad qué quiero, expresarme de forma clara y honesta, pedir lo que contribuye a mi bienestar y decir no o marcar mis límites cuando sea necesario. Empatía, en el sentido de mantener una perspectiva abierta a las necesidades de la otra persona, validando su experiencia sea cual sea, entendiendo que es un ser humano que hace lo que hace con la intención de cubrir necesidades suyas, sin que eso signifique justificar sus acciones ni conformarme con lo que no me hace bien.

Es un camino de encuentro con una misma y con las demás, de autoconocimiento y de comprensión, de conciencia y de elección. Y a la vez un enfoque práctico que promueve la acción y no solo la reflexión. Para mí ha supuesto un gran regalo y estoy convencida de que tiene mucho que aportar a cualquier persona que quiera conocerse mejor, desarrollar habilidades de comunicación y contribuir a un cambio global en la forma de relacionarnos, que nos acerque a un mundo más pacífico donde las necesidades de todas las personas sean tenidas en cuenta.


Noelia Jiménez es formadora certificada por el Center for Nonviolent Communication y traductora especializada en Comunicación NoViolenta.

[www.palabrascomopuentes.com]

Thursday, September 19, 2024

De la Docencia y la Obsolescencia

Por Aitor Martínez, autor invitado por Edwina Mumbrú, AIB

El pasado junio, con el correspondiente brindis con las colegas, puse punto final a mi etapa como docente de interpretación en la Universitat Autònoma de Barcelona, alma mater que en su día también fue testigo de mis correrías como estudiante con más pretensiones que ahínco, todo hay que decirlo. Al impartir docencia en el Grado de Traducción e Interpretación, era más que consciente de que el 90 % del alumnado que pasaría por mi clase iba a preferir el supuesto sosiego de los encargos de traducción —ay, amigas, esos encargos urgentes que a fuerza de repetirse tanto dejan de serlo— al frenetismo mental del micrófono encendido en cabina. Así pues, ya desde el principio me propuse que, más allá de conocer los rudimentos del oficio, pudieran llevarse consigo competencias que les sirvieran para otros menesteres profesionales, y muy especialmente, la riqueza lingüística y la expresión en castellano —si algún antiguo estudiante está leyendo esto, le pido perdón por esos incesantes «bien, pero ahora me lo dices de otra manera» y que sepa que, si en algún momento le dije «y ahora me lo dices de dos o tres maneras distintas» no fue con ánimo de torturar sino porque le vi madera—.

En ese trabajo de expresión, uno de los aspectos más interesantes para mí como docente fue el ir constatando, curso tras curso, cómo se confirmaba esa máxima que sostiene cualquier lingüista que se precie, que es que la lengua es un ente vivo en constante evolución. En ese castellano de mis estudiantes observé ciertos fenómenos que se repetían de forma medianamente sistemática y que paso a sintetizar a continuación a sabiendas de que, en la mayoría de los casos, tampoco estaré descubriendo nada nuevo a quien lea esta entrada.

En primer lugar, como no podía ser de otra manera, hay que hablar de esa infiltración insidiosa del inglés, tanto en forma de palabrejas como de calcos sibilinos de expresiones y estructuras. Me sigue maravillando cómo muchos de mis estudiantes me contaban que les resultaba mucho más natural decir tips que consejos, como si lo segundo tuviese un aire poco menos que galdosiano. Y en lo que respecta a las expresiones calcadas, confieso que mis réplicas siempre iban cargadas con su poquito de socarronería, ciñéndome al sentido literal de las palabras para evidenciar precisamente su sinsentido: si un alumno se me disculpaba por no haber podido «atender en clase» le ofrecía amablemente consejos (o tips, claro) para mejorar la atención y si otra señalaba que el que acababa de intervenir «tenía un punto», yo le animaba, como buena trotaconventos, a pedirle directamente el teléfono.

Merece también mención el tema del tratamiento. Entre los más jóvenes, veo cómo se pierde incluso la capacidad de conjugar los verbos de usted, lo cual tampoco sorprende a nadie y resulta hasta excusable teniendo en cuenta la relajación progresiva de las jerarquías sociales y las correspondientes fórmulas de respeto a la que hemos asistido en las últimas décadas. Eso sí, lo que más me tuvo siempre con la mosca detrás de la oreja fue ver cómo, en los ejercicios de clase, la fórmula predilecta de tratamiento en los discursos era el  —«si vas a Londres podrás ver…», «lo que tienes que hacer para dormir bien es…»—. Más allá de la cuestión de la formalidad y de la extrañeza que me genera en un contexto comunicativo como es la interpretación de conferencias, donde solemos estar ante un público tirando a nutrido, me intriga saber las causas de esa elección prácticamente automática. Me atrevo a pensar que, de nuevo, puede ser un calco del inglés y de ese fantástico you que tan bien funciona para dirigirse a todo el mundo y a nadie en particular, o si, rizando un poco más el rizo, se debe a que gran parte de los productos audiovisuales que consumimos hoy en día están pensados de tú a tú como ese vídeo en que el tiktoker o youtuber de turno nos explica desde cómo combinar la ropa hasta cómo estirar bien los isquios.

Por último, recuerdo que, en una ocasión, mi gusto por los modismos y el lenguaje colorido —y mi insistencia un tanto machacona en que los usaran en sus discursos— llevó a uno de mis alumnos a decirme que es que yo «hablaba viejo». Yo, desde luego, sigo en mis trece, pensando que sí, que podemos ayudarnos pero también podemos echarnos un cable, que algo puede ser muy divertido pero también la mar de ídem, y que sí, que todos nos hemos visto en situaciones peores, pero lo de que en peores garitas hemos hecho guardia como que tiene otro tono —créditos de esta última perla para la Kika de Almodóvar—. 

Como respuesta a toda esta retahíla de pensamientos y observaciones, no puedo sino volver a echar mano de esos lingüistas que nos repiten como un mantra que la lengua la hacemos los hablantes y que cada generación acaba imponiendo criterio sobre lo que es pasajero, lo que permanece y lo que es mejor desechar por incómodo, por complejo o por no adaptarse a los tiempos. Y si, como el planeta, la lengua no deja de ser un bien común, propiedad de todos y de nadie, me pregunto con qué arrestos me atrevo yo a censurar ese «tener un punto» cuando se tiene razón, si acabaremos «atendiendo» a una exposición de arte igual que ahora nos «empoderamos» sin pestañear, y me pregunto si, cuando peine canas, en alguna reunión de alto nivel sobre cómo reducir las desigualdades, acabaré yo también teniendo que hablar de los tips para lograrlo.

Wednesday, July 10, 2024

Un espacio muy singular

Por Lourdes Ramírez, AIB

Palacio de la Magdalena, Santander

En un reciente viaje a Santander visité el Palacio de la Magdalena, situado en la península del mismo nombre. Dos excelentes guías turísticos nos explicaron su peculiar historia: construido entre 1909 y 1911, fue costeado por el Ayuntamiento, por muchos ciudadanos corrientes a través del micro-mecenazgo y por empresarios o familias importantes como los Botín. La ciudad de Santander lo entregó como regalo personal al Rey Alfonso XIII, que no a la Casa Real. Por ese motivo, para recuperarlo muchos años después (en 1977), la ciudad tuvo que comprarlo a su heredero Juan de Borbón por un precio infinitamente superior a lo que había costado en su día. Desde 1913 y durante 17 años, la familia real lo utilizó como residencia estival hasta que se proclamó la República. 

Desde 1932 (con interrupciones por la Guerra Civil y otros avatares) alberga los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en los que participaron desde el principio intelectuales tan destacados como Miguel de Unamuno o Federico García Lorca. Actualmente es además un espacio polivalente de gestión municipal donde se celebran eventos de todo tipo, desde bodas civiles a congresos y cumbres internacionales, pasando por conciertos, exposiciones de arte, festivales de danza y de teatro, etc.

Realmente se trata de un espacio único por dentro y por fuera. En el exterior, la arquitectura es de estilo ecléctico con un cierto aire inglés en honor a su anfitriona, la Reina Victoria Eugenia de Battenberg. Al alzarse al borde de una península está prácticamente rodeado de mar y acantilados, además de por un espléndido parque. El entorno es de una belleza que quita el aliento. Desde el interior también se puede disfrutar de vistas espectaculares al Mar Cantábrico y a los frondosos jardines desde casi cada rincón. Cabe imaginar que quizás esa imponente belleza natural que envuelve todo el lugar le alegrara la vista a la Reina en sus paseos por los alrededores - ella que fue tan desgraciada en su matrimonio-. Por dentro, lo que hace tan especial a esta sede para eventos es que el palacio conserva en parte ese encanto de lo que fuera una residencia familiar veraniega. Los actuales espacios para reuniones de la planta baja, de diferentes dimensiones y estilos, se intercalan con antiguas estancias de uso personal de la familia real conservadas más o menos intactas en su decoración, como el Salón de Audiencias donde recibía el Rey, el Salón de Familia, donde la Reina tomaba el té y hacía la siesta, o el gran Salón de Baile, ahora completamente vacío. Por doquier vamos encontrando objetos personales de la familia real - cuadros, fotos, libros, trofeos y hasta un mantón de Manila - que nos recuerdan que aquí pasó 17 veranos una familia muy poco común.

Vista desde una de las terrazas

La sala principal para conferencias es el antiguo Comedor de Gala y está equipada con 2 cabinas fijas de interpretación integradas en el mismo espacio que tienen una particularidad: el cristal frontal es un espejo del lado de la sala, lo cual las hace invisibles para los delegados (mientras que los intérpretes ven perfectamente todo lo que ocurre en el transcurso del acto).

Vista de una de las cabinas desde el Comedor de Gala

Vista del Comedor de Gala desde una cabina de interpretación

En julio de 2023 se celebró la Cumbre de Ministros de Investigación y Ciencia de la UE bajo Presidencia española. Probablemente más de un ministro, secretario de estado o alto funcionario se quedó boquiabierto ante la belleza del lugar y quizás también un poco perplejo al conocer la historia del edificio o al recorrer los pasillos entre una sala de reunión y otra. Seguro que no dejó indiferente a ninguno.

Cumbre de Ministros de Investigación y Ciencia, Presidencia española UE, julio de 2023

Para saber más: https://palaciomagdalena.com/historia

Monday, July 8, 2024

News from the AIIC Private Market Sector in Lisbon, July 2024

AIB's Mary Fons attended AIIC's recent Private Market Sector (PriMS) meeting in Lisbon and reported back on it. As always, these meetings are of vital importance to all interpreters who work on the private market.

Below are a few pics from the meeting. Check AIB's social media for more info in coming days.

AIBer Mary Fons was happy to get some in-person time AIB regulars Katerina Apostolaki and Ben Barclay at AIIC’s PriMS meeting in Lisbon

Hanging out with friends from AIM at the PriMS meeting in Lisbon #primsinlisbon.

Mary with AIIC President Jenny Fearnside and Barcelona colleague Waltraud Hofer
AIIC President Jenny asks everyone present to join the AIIC buddy system. Let’s welcome precandidates to our association!

Jenny says: Be a proactive sponsor. Don't wait to be asked. (And when someone is assigned to be your buddy, don’t leave them hanging!)

An important note: PriMS needs to know what's happening in the private market.

As the acting Statistics Coordinator, Mary pointed out the importance of reliable data, as demonstrated by many PriMS talks. She encouraged everyone to track their work year-round rather than try to compile everything at year-end. AIIC's website provides this very useful compilation tool for those who are not otherwise tracking their work:

The tool is available for logged-in members, precandidates and candidates only: https://aiic.org/site/statistics_2023#:~:text=Data%20compilation%20tool%20(MS%20Excel%20spreadsheet%20file)

Visit the PriMS website for more information and updates:  https://aiic.org/site/interpreter/private-sector

And some images of the sessions:



Monday, June 17, 2024

Reflexiones de una estudiante

Por Guiomar Stampa, AIB 

En esta ocasión le cedo la palabra a una estudiante a la que he tenido el honor de tutorizar su TFG este curso.

Guiomar Stampa.

Reflexiones de una estudiante de Traducción e Interpretación ante una nueva propuesta de formación para intérpretes en lenguaje claro

Por Erika Cajal González

En varias ocasiones, este blog ya ha abordado el tema de la interpretación a lenguaje sencillo, y es un honor para mí poder contribuir a las valiosas aportaciones de Cristina Amils con Simplificación Simultánea, Edwina Mumbru con Interpretación simplificada y de Felix Ordeig con Interpretación a lenguaje sencillo.

Gracias a la intérprete y profesora Guiomar Stampa, a la intérprete Myriam Nahón y a la Facultad de Traducción e Interpretación de la UAB, tuve el privilegio de asistir al Curso de Interpretación a Lenguaje Sencillo, impartido por Myriam Nahón y organizado por ESPaiic, en colaboración con el grupo de investigación MIRAS. Participaron alrededor de quince profesionales en activo, incluidos intérpretes con una larga trayectoria, varios de los cuales contaban con experiencia en la formación de intérpretes de conferencias. Entre ellos, también asistió una estudiante de último curso de Traducción e Interpretación, con un enorme interés en aprender y recopilar información para su Trabajo de Fin de Grado sobre esta nueva modalidad de interpretación que está emergiendo ante nosotros.

Durante la investigación para mi TFG sobre cómo se podría poner en práctica esta nueva formación de interpretación a lenguaje sencillo, descubrí que no partimos de cero, sino que nos podemos apoyar en una base bastante sólida: la existencia de servicios de accesibilidad en el campo de la traducción. Estos servicios emplean métodos de simplificación, como es el caso de la lectura fácil, destinados a personas con dificultades de comprensión, discapacidades cognitivas o personas mayores. Esta formación, que ya existe, para traductores a lenguaje fácil de comprender (Easy-to-understand Language, abreviado E2U) se aplica especialmente en el ámbito de la traducción audiovisual, y está respaldada por proyectos e instituciones de renombre internacional, como es el caso del proyecto Easy Access for Social Inclusion Training (en adelante, EASIT).

Este proyecto Erasmus+ de innovación docente busca desarrollar un programa educativo y materiales de formación específicos para esta especialización, además de definir nuevos perfiles profesionales en el ámbito de la accesibilidad a los medios, haciendo contenidos audiovisuales más comprensibles. EASIT también ha mapeado las prácticas actuales de la Lectura Fácil (Easy-to-Read, abreviado E2R) y el lenguaje claro (Plain Language, abreviado PL) en Europa, y ha investigado la integración de ambos con los servicios de accesibilidad existentes, como la audiodescripción (AD) y la subtitulación.

Debo recalcar que el curso impartido por Myriam Nahón fue una experiencia sumamente enriquecedora, tanto profesional como personal. Y hoy por hoy, podemos decir que la interpretación a lenguaje sencillo ya se está practicando y persigue un objetivo común: facilitar la comunicación oral a personas con discapacidad intelectual. Formar parte de esta experiencia y vivirla desde la perspectiva de una estudiante de Traducción e Interpretación al inicio de mi carrera profesional, ha avivado mi curiosidad y determinación de adentrarme en esta nueva modalidad de interpretación. Y el hecho de tener la oportunidad de observar y practicar en las cabinas, aun no siendo una profesional formada, pero sabiendo en qué consiste la interpretación, fue una oportunidad muy valiosa para mí. Pero lo que realmente resultó fascinante fue poder observar a profesionales experimentados aprendiendo una nueva modalidad. Ver cómo recibían un baño de humildad aceptando volver a los inicios de su formación fue un momento en el que yo me veía reflejada en ellos. Y precisamente eso es lo que verdaderamente demuestra que la interpretación a lenguaje sencillo es una nueva modalidad de interpretación.

Saturday, May 18, 2024

Power up your vocabulary and writing with ChatGPT

 Por Patrícia Lluch, AIB

Este mes acogemos en el blog de AIB una interesante contribución de nuestro colega de Techforword Josh Goldsmith y avanzamos así un paso más en el examen de la fascinante interacción entre la inteligencia artificial y nuestra profesión. Esta vez aprenderemos distintas maneras de usar Chat GPT como diccionario, diccionario de sinónimos, diccionario inverso...

Le agradecemos a Josh que quiera estar presente en nuestro blog y esperamos que este artículo sea de vuestro interés. Si os quedáis con ganas de más, os recomiendo que, además de leer el resto de artículos del blog de AIB ;-), curioseéis en el blog de Josh.

8 ways to power up your vocabulary with ChatGPT

Ever struggle to put your finger on the perfect word?

Looking for synonyms or idioms to weave into your translation or interpretation?

In this article, I’ll explore eight different ways to research definitions, synonyms, and collocations and power up your vocabulary for your next assignment using ChatGPT.

Chatbots: A revolution for artificial intelligence

Artificial Intelligence has been improving for decades – look no further than the famous cases of AI beating world-renowned chess and Jeopardy champions.

AI also underpins sentence completion and paraphrasing tools as well as speech recognition tools for interpreters. (See my articles on The best multilingual AI-powered writing and editing tools and speech recognition with Cymo Note to learn more.)

But for the general public, the real AI revolution came with chatbots like ChatGPT, which are easy to use and respond flawlessly in dozens of languages. 

These tools are built on massive datasets; ChatGPT’s large language model (LLM) boasts a staggering 570+ gigabytes of text collected from the internet in multiple languages. They harness sophisticated linguistic tools called transformers to break down how words are used and analyze huge chunks of text, rather than individual words or phrases. (See this Financial Times article for an excellent explanation of how transformers work.)

As a result, chatbots like ChatGPT can understand intricate language structures, offer synonyms and definitions, and rewrite texts in specific styles – a powerhouse for enhancing your vocabulary and writing.

Developed by OpenAI, ChatGPT offers both free and paid plans. The free tier grants you access to the GPT-3.5 model, while the $20/month paid option unlocks plugins and GPT-4.0’s more sophisticated language processing models.

All the examples in this article work with the free version of ChatGPT, although you may get better results with ChatGPT-4.

A few words of caution

ChatGPT's training data runs through September 2021, which means it lacks knowledge of current events – unlike tools like Google Bard or Bing, which were designed to search the internet. If you have the paid plan, the “Browse with Bing” plugin lets you search the internet.


Like other AI tools, ChatGPT occasionally hallucinates. Always cross-reference ChatGPT’s answers with external sources to ensure accuracy, and use your human brain to fact-check the information it gives you and improve the texts it writes. 

Finally, as I argue in Confidentiality for translators and interpreters in the age of AI, data sent over the internet is never truly safe.

However, there is good news. As of April 2023 ChatGPT allows you to disable chat history, which means your data will not be used for training its model. And since vocabulary isn’t generally confidential, you can use ChatGPT for the 8 vocabulary power-ups in this article. But to keep data as safe as possible, I recommend that you disable chat history and always anonymize or remove any confidential information when working with ChatGPT.

Now, let’s dive into my favorite ways to power up your vocabulary using ChatGPT.

Define words

Come across an unfamiliar word? Ask ChatGPT to define it in any language.

Just type your question into the chat box at the bottom of the page, hit Enter, and ChatGPT will give you a definition.

ChatGPT provides different answers depending on how you phrase the question, and will also respond to the same question with slight variations every time. To see an alternative response, just hit “Regenerate.” You can also ask ChatGPT to simplify, shorten, lengthen or rephrase its answer.

Sample prompts: 
  • What does [word] mean?
  • What does [word] mean in [language]?
  • Define [word].
  • Define [word] in simple English.
Remember: Always do a “sanity check.” ChatGPT may offer plausible-sounding answers that aren’t 100% accurate. For example, I asked it to define a “porte blindée à trois points,” and it translated this as a “three-point security door.” A quick internet search for “three locks” and “security door” revealed that this is more frequently called a “triple-locking security door.”

Understand how words are used in specific contexts

Meaning often depends on context.

To understand a specific meaning, try asking ChatGPT:
  • What does [word] mean in [context]?
  • What does [word] mean? Can you explain the meaning in different contexts?
You can also use the “Act as” hack to get ChatGPT to respond in a specific voice. Ask it to respond as a “highly educated [topic] expert” for more complex responses or a “language tutor” for easy-to-understand explanations.

Sample prompts:
  • Act as a highly-educated [topic] expert. What does [word] mean?
  • Act as a language tutor. I’m going to give you new words I’m learning to increase my vocabulary. For each new word, I’ll give you context. You have to write the meaning of the word, provide three examples of how to use the word and explain the meaning in the given context.
  • [Word]
[Sample sentence] (Source: The PyCoach)

Understand regional uses

Want to understand how a word is used in a regional variation, like American English, Brazilian Portuguese, or Colombian Spanish. Just ask: What does [word] mean in [language variant]?

You can also ask ChatGPT to list vocabulary that differs across language variants:
  • Can you give me a list of [topic]-related vocabulary that is different in [language variant 1] and [language variant 2]?

Use ChatGPT as a reverse dictionary

Unsure of a word? Describe it and ask ChatGPT what it’s called.

If you don’t immediately get the answer you’re looking for, ask follow-up questions to narrow down the results. ChatGPT works iteratively, which means it looks back at the earlier parts of your conversation to provide answers. (No need to type the same context or prompt over and over!)

Research collocations

Nailing down the perfect expression when translating or writing can be tricky. And using the same phrases over and over while interpreting can bore your listeners.

Good news: ChatGPT excels at finding collocations, and can provide examples of how these phrases are used.

Try prompts like:
  • What are [5] verbs used before the word [word]?
  • What are [5] adjectives used with [word]? Provide examples.

Find synonyms

ChatGPT is also a powerful multilingual thesaurus.

Although you can ask for synonyms for a specific word, you’ll likely get better results by providing the context.

Try prompts like:
  • What are 10 synonyms for [word]?
  • What are 10 synonyms for [word] in the context of [context]?
  • I don’t like the word “[word]” in this sentence. Can you give me some synonyms, please?
[Sentence with the word you'd like to replace.]

Narrow down synonyms with metaphors

Even better, ChatGPT can offer synonyms that play on specific metaphors or idioms. Want to bring in sport metaphors for your next football translation or electricity metaphors when interpreting for a tech company? Just ask ChatGPT.

Sample prompts:
  • What are 10 synonyms for [word] that incorporate [topic] metaphors?
  • I don’t like the word “[word]” in this sentence. Please give me some synonyms with [topic] metaphors.
[Sentence with the word you’d like to replace.]

Get a translation for a specific context

In addition to providing definitions based on context, ChatGPT can provide context-based translations.

Our colleague Steve Bammel came up with this handy prompt to do just that:
Here is context for a word or phrase I am trying to translate: [ENTIRE SOURCE SEGMENT/PARAGRAPH THAT INCLUDES THE WORD OR PHRASE]
Given this context, give me several [SOURCE LANGUAGE] sentences using the word [WORD]. At the end of each sentence, put the best translation of ONLY that word in [TARGET LANGUAGE] in brackets.

My number one rule: Use ChatGPT for inspiration

As we’ve seen, ChatGPT’s huge linguistic dataset allows it to provide high-quality definitions, synonyms, and collocations that can boost your vocabulary.

But no matter how convincingly it writes, ChatGPT is just a machine.

Use ChatGPT as a starting point or a source of inspiration, but always review the output. Otherwise, your writing may sound just like everybody else’s. 😉

Monday, April 22, 2024

Licitaciones en el sector de la interpretación de lenguas - solo escasas, pero honrosas, excepciones

Por Pilar García Crecente, AIB

Foto de Waldemar en Unsplash

En esta vorágine de licitaciones y externalización de los servicios de interpretación de lenguas se me ocurren muchas preguntas: ¿Estamos abocados a que las licitaciones, supuestamente previstas en aras de la transparencia, dejen fuera a los profesionales autónomos y a las pymes y únicamente se queden en manos de grandes empresas dañando irremediablemente el tejido y la práctica profesional?

¿Va a resultar que, salvo escasas excepciones, los pliegos de condiciones no reflejan la práctica profesional ni siquiera las condiciones necesarias para el ejercicio de nuestra profesión? ¿Quién vela porque los pliegos de condiciones se elaboren de conformidad con las necesidades específicas del servicio a prestar y de conformidad con la práctica profesional y no únicamente puntuando el menor precio posible a cualquier costa?

¿Se imagina alguien que en un contrato público para construir un puente el pliego de condiciones no exigiera que los ingenieros y técnicos contasen con la formación exigida? Pues eso está ocurriendo con la interpretación de lenguas en muchos pliegos de licitaciones de organismos públicos salvo, ya digo, raras excepciones en las que quienes redactan los pliegos han dedicado tiempo, esfuerzo y recursos en aras de la calidad del servicio y la profesionalidad.

Le pregunto y cedo la palabra a Emma Soler Caamaño, Doctora en Interpretación por la Universidad Pompeu Fabra, compañera en AIIC y miembro también de la ATIJC. Es licenciada en Interpretación de Conferencias por la Universidad de Mons (EII), Bélgica, intérprete de conferencias desde 1993 e intérprete acreditada del Senado español desde 2005.

Desde que en noviembre de 2017 se aprobara en España la Ley 9/2017 de Contratos del Sector Público, las administraciones se han visto obligadas a licitar todo tipo de servicios y la interpretación de conferencias no ha sido una excepción.

Se licita por exigencias de la normativa europea, pero el quid de la cuestión es el cómo, es decir, la redacción de los pliegos de condiciones. Unos buenos pliegos se sustentan en el respeto a lo licitado y sus fundamentos, deben ser claros en sus requisitos y especificaciones, y mostrar un conocimiento sólido de la profesión. En los malos pliegos, el criterio con mayor peso es la oferta de precio más baja, en detrimento de la solvencia profesional y de la calidad del servicio.

Si el objetivo de las licitaciones consiste en promover la transparencia, la eficiencia y la innovación en los procesos de contratación de la administración, la administración debería velar por la promoción de unas prácticas profesionales y empresariales justas.

Sin embargo, la realidad de las licitaciones de servicios de interpretación en España, tanto a nivel local como autonómico y nacional, es que los pliegos hacen gala de un profundo desconocimiento de la profesión y, con ello, atentan contra sus normas más elementales y condiciones de trabajo y dejan en la estacada al tejido empresarial de autónomos y pymes.

Estos son algunos de los elementos comunes a múltiples licitaciones publicadas:

 ●       Exigen un volumen de negocios mínimo que expulsa de facto a los intérpretes autónomos y pymes —los verdaderos profesionales del sector— y favorecen en exclusiva a grandes empresas intermediarias que engrosan sus márgenes de beneficios a costa de pagar tarifas irrisorias a los intérpretes (algunas de las cuales han sido denunciadas en diversas ocasiones por mala praxis).

●      Confunden perfiles profesionales (traductores e intérpretes) y modalidades de interpretación (como la interpretación de enlace y la de conferencias). Como la experiencia de los distintos colectivos difiere sobremanera, confundir las distintas modalidades puede comprometer la calidad del servicio y aumentar el riesgo de un incremento de costes por tener que realizar ajustes en el proceso.

●      No exigen formación reglada, ignorando la actividad capacitadora de universidades y másteres.

●      No prevén controles de calidad del servicio o del proveedor ni introducen mecanismos para verificar que los currículos presentados correspondan a las personas que prestarán el servicio.

●      No describen la responsabilidad que asume el intérprete y que se deriva de la interpretación (emisión en directo en medios de comunicación, transcripción literal en diario de sesiones, reuniones de alto nivel).

●      Vulneran estándares trabajados durante años por prestigiosas asociaciones profesionales y organizaciones internacionales.

Remuneran por minutos interpretados, ignorando que el trabajo de un intérprete comienza mucho antes de que encienda su micrófono, que la interpretación en sí no es más que la punta del iceberg y que cada prestación requiere un estudio minucioso previo, competencia, disponibilidad, y mucha responsabilidad, por lo que el estándar mínimo de unidad de tiempo en cualquier servicio de interpretación es y debería siempre ser una media jornada.

Ignoran que la interpretación es un trabajo en equipo extremadamente técnico que exige una concentración intensa y un alto nivel de energía mental y que por ello se trabaja en pareja y por turnos, y nunca solo.

●      No garantizan la protección de los derechos de propiedad intelectual.

●      Exigen normas ISO relativas a la gestión empresarial, a procesos de gestión documental, cuestiones administrativas, medioambientales, de inclusión de colectivos vulnerables, de paridad de género, etc. que si bien pueden tener todo el sentido en ciertos ámbitos nada tienen que ver con el ejercicio de nuestra profesión, mientras pasan por alto algunas que sí son esenciales y en particular la más reciente, la ISO 23155.


Considerando que la interpretación de conferencias es una profesión de ámbito internacional, las administraciones españolas podrían consultar los acuerdos suscritos entre la Asociación Internacional de Intérpretes de Conferencia (AIIC, máxima representación de la profesión, de ámbito mundial) y la gran mayoría de instituciones internacionales —el Parlamento Europeo, la Comisión Europea, el Consejo de la Unión Europea, el Tribunal de Justicia de la UE, el Comité Económico y Social Europeo, el Comité de las Regiones, las Agencias y organismos de la UE, la ONU y todos sus organismos, el Banco Mundial, el FMI, etc.—

O podrían consultar con las universidades públicas que ofrecen la formación específica en interpretación (grado de traducción e interpretación y másteres en interpretación de conferencias).

O consultar con la Red Vértice (que integra a las asociaciones de profesionales de la traducción, interpretación y corrección con presencia en España) y que ha emitido ya diversos comunicados en nombre de la profesión en bloque, exigiendo pliegos rigurosos y bien informados. De hecho, la Red Vértice lleva más de 10 años denunciando malas prácticas y solicitando que se abandone un sistema de licitaciones que han provocado problemas de gran calado que suponen una pérdida de calidad y profesionalidad del servicio de interpretación en la Administración por la generalización de la subcontratación.


Asesoramiento gratuito de profesionales de las asociaciones y elaboración de un vademécum

Los intérpretes se han convertido en parte integrante de nuestra sociedad moderna y global. Desde las negociaciones entre Jefes de Estado y de Gobierno hasta las plataformas de consulta técnica para llevar realmente a la práctica las decisiones políticas, desde los debates estratégicos en las empresas multinacionales hasta las consultas entre los interlocutores sociales de esas mismas empresas, desde los proyectos de cooperación transfronteriza hasta las inspiradoras reuniones entre científicos de renombre de todos los rincones del mundo: los intérpretes se encargan de que el mensaje se entienda perfectamente también en otras lenguas.

De un tiempo a esta parte, supuestamente en aras de la transparencia, estamos asistiendo a la externalización de servicios prestados mediante unos pliegos de condiciones que reflejan un profundo desconocimiento de la interpretación, carentes de rigor, que erosionan los cimientos de la profesión y unas condiciones de trabajo dignas y que propician el desmantelamiento del tejido de pymes y autónomos.

Un pliego de condiciones es eficaz si proporciona respuestas claras, que respondan a las necesidades específicas del servicio público contratante. Ello exige una formulación precisa de estos requisitos, en una terminología conocida y comprendida por ambas partes. Cada profesión tiene sus posibilidades y limitaciones. Conocerlas es útil para afinar correctamente el pliego de condiciones.

Qué duda cabe de que los gobiernos deben desempeñar un papel clave en la promoción de prácticas empresariales justas y sostenibles. Ofrecer oportunidades a los intérpretes locales autónomos o a las pymes también reforzará y sostendrá el tan necesario tejido económico nacional.

Por ello, por parte de las asociaciones profesionales y las universidades, la disposición es total para asesorar y ayudar a entender las especificidades de la profesión y así contribuir a que las licitaciones para el sector reflejen el conocimiento necesario y sean rigurosas.

El conjunto de la profesión está elaborando un vademécum, un ABC para pliegos de servicios de interpretación para todas aquellas administraciones, tanto de ámbito local como autonómico o estatal, que deseen licitar servicios de interpretación.

Es hora de hacer oír la voz de los intérpretes de conferencias y de liderar esta lucha por un entorno laboral más justo y sostenible.