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Monday, August 29, 2016

Pokalbiai po pavėsine (Conversaciones debajo del hórreo)


   Por Pilar García-Crecente, intérprete de conferencias, AIB




En plenas vacaciones me resulta difícil concentrarme y escribir un artículo mínimamente digno para el blog de AIB, sobre todo después de que Hugo dejase tan alto el listón en su última entrada. Así que pido disculpas de antemano por no estar a la altura.

Lo cierto es que he pasado unas cuantas semanas sin trabajar (por cierto, esto es lo bueno y también lo malo del autónomo) y bastante apartada del mundanal ruido en un lugar precioso, apartado e inmerso en un valle de la Galicia rural, donde el tiempo se detiene y los días vienen marcados por las golondrinas que vienen a beber en bandadas por la mañana y a última hora de la tarde. Aquí la interpretación de conferencias parece algo de otro tiempo y el único contacto con el mundo laboral son algunos clientes que no parecen irse de vacaciones, a los que hay que atender y apoyar, y este artículo que debo escribir sin falta. Pero la procesión va por dentro, o mejor dicho, ¡la profesión!
Así que cuando estamos conversando debajo del hórreo sobre los pájaros que nos sobrevuelan, a la intérprete que una lleva dentro no le queda más remedio que apuntar los nombres que otros sueltan en gallego para más tarde buscarlos e intentar recordarlos  (¡qué difíciles me resultan los nombres de las aves!)

Andoriñas, lavercas, anduriñons, curuxas, mouchos, bufos, pombos, alfaneques…
La charla continúa, pero el pensamiento va por otros derroteros: ¿en qué se diferencia la lechuza del mochuelo? ¿Y el búho? ¡Qué bonita palabra andoriñas! ¡Qué bien suena! ¿Golondrinas en inglés, swallows, verdad? ¿En italiano rondini? En catalán son orenetes, ¿y en portugués igual que en gallego? Ahora toca revisar cuantos más nombres de aves mejor en los demás idiomas de trabajo; listas y listas de términos e imágenes para intentar fijarlos en la memoria; la intérprete siente una comezón incómoda que solo se calma delante del ordenador intentando aprender lo que no sabe, o recordar lo que ha olvidado.  

Este verano las conversaciones nocturnas bajo el hórreo se han visto aderezadas por la presencia de un invitado lituano con quien nos comunicamos en inglés y a quien intentábamos hacer partícipe de lo que acontecía. Siendo probablemente la primera vez que venía a la comarca alguien procedente de Lituania, es comprensible que fuese sometido a un interrogatorio exhaustivo que, gracias a la presencia de la intérprete, se resolvió con más gloria que pena, ¡eso sí, en inglés! Para satisfacer esa lógica curiosidad por su país, su cultura y su reciente historia, la interpretación consecutiva resultó ser la mejor herramienta, así todo el grupo de oyentes recibía la información y esperaba pacientemente la prestación de la intérprete, disfrutando en vivo y en directo de esa profesión que por estos lares sigue siendo una auténtica rareza.

En cambio, cuando la presencia de nuestro amigo lituano se diluía y los temas de conversación pasaban de las aves a lo humano y lo divino, un suave susurro ininterrumpido acompañaba las charlas hasta bien avanzada la noche consiguiendo que su cara reflejase alegría, interés o preocupación en sintonía con los demás rostros.

Ha sido muy curioso ver cómo mi profesión, que algunos nunca habían entendido muy bien, permitió que reinase el entendimiento, el buen humor, que disfrutasen de la mutua compañía y que hasta se olvidasen de que no estaban hablando el mismo idioma.

Yo me he quedado con la espinita del idioma lituano, reconozco que me ha entrado la curiosidad y he preguntado ya cómo se dice “conversaciones debajo del hórreo”. ¿Seguro que es Pokalbiai po pavėsine? ¿Corresponde Pavėsinė a hórreo? ¿Cómo se diría hórreo en inglés? ¿Y en italiano?...y otra vez empieza esa comezón que afortunadamente siempre nos acompaña.

Dentro de muy poco volveremos a esa profesión que tan afortunados somos de disfrutar, ¡os deseo una feliz vuelta al trabajo!

Sėkmės grįžtant į darbą
¡Espero haberlo escrito bien!