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Sunday, June 16, 2019

Intérpretes en la historia: Malinche, la intérprete de los cuatro nombres

Por Lourdes Ramírez, AIB


Este año se cumple el quinto centenario del inicio de la conquista de México por Hernán Cortés. En esta empresa fue absolutamente crucial un personaje poco conocido en España hasta ahora (1) y no precisamente popular en su tierra: la Malinche. Su biografía es extraordinaria: fue princesa, esclava, consejera, diplomática y amante de Hernán Cortés, con quien tuvo un hijo.

Pero sobre todo su papel como intérprete de Cortés fue decisivo para el éxito de las sucesivas campañas del conquistador, desde muy temprano. Por colaborar con el enemigo invasor se la ha considerado durante siglos traidora a su pueblo.  El término malinchista es sinónimo de desleal y vendepatrias en Méjico (2). Actualmente parece que se está rehabilitando su figura: se hace más hincapié en su condición de superviviente, se le reconoce su valentía, su capacidad de adaptación y sus dotes de mediadora.

Malinalli o Malintzin nació en torno a 1500 en el actual estado de Veracruz, al sur del imperio azteca, en la zona fronteriza con los territorios maya de Yucatán. Hija única del cacique de Paynala, su vida dio un vuelco cuando su padre falleció siendo todavía adolescente. Su madre se volvió a casar, tuvo un hijo varón y Malintzin fue apartada de la familia y entregada a unos mercaderes antes de que pudiera reinar. Los comerciantes a su vez la vendieron como esclava y acabó como propiedad del cacique maya de Tabasco.


En marzo de 1519 los españoles ganaron su primera batalla en Centla y Cortés recibió del señor de Tabasco como tributo y prueba de sumisión un lote de regalos que incluía 20 doncellas esclavas. Entre ellas estaba Malintzin, quien para entonces ya hablaba con fluidez tanto el maya como el náhuatl, la lengua de los aztecas. Cortés repartió a las jóvenes indígenas entre los capitanes españoles, no sin antes hacerlas bautizar a todas. Ella recibió el nombre cristiano de Doña Marina, aunque todos la llamaban Malinche.

Durante la primera etapa de la conquista, la comunicación con los caciques locales fue posible gracias a Malinche y a Jerónimo de Aguilar, un sacerdote que pasó ocho años cautivo entre los mayas. Él traducía del español al maya y ella del maya al náhuatl. Esta doble interpretación consecutiva permitía a los españoles negociar con las tribus indígenas y avanzar por los territorios sin ser atacados.


Con el tiempo Malinche aprendió también el español y fue ganando cada vez más influencia y respeto. No sólo por sus competencias lingüísticas, imprescindibles, sino por su conocimiento del territorio y de la relación de fuerzas entre las tribus indígenas. De intérprete y asesora cultural pasó a ser amante y confidente de Cortés. Tal era su compenetración que algunos se referían a él como “el Malinche”.

Mediante los servicios lingüísticos y de inteligencia de la Malinche, Cortés pudo esquivar o mitigar situaciones de peligro inminente y también formar alianzas con diferentes caciques de pueblos sometidos por los aztecas para luchar juntos contra el enemigo común. Así fue avanzando sin demasiados obstáculos hasta la capital de los mexicas. Malinche interpretó en todas las negociaciones de Cortés con emisarios del Emperador y más tarde, en Tenochtitlán, fue su portavoz oficial ante el mismísimo Moctezuma.


En agosto de 1521 cae Tenochtitlán y el imperio azteca. Al año siguiente nace el hijo de Malinche y de Cortés - Martín, el primer mestizo - pero él ya tenia esposa y Malinche se casa con otro español, Juan Jaramillo. Al hacerlo adquiere una buena posición social, ya como mujer libre. Todavía acompañará a Cortés en una expedición a Honduras pero cuando sus servicios ya no son necesarios desaparece de escena. Muere unos años después en un terremoto.

Malintzin, Malinalli, Malinche, Doña Marina (3) fue una de las primeras intérpretes documentadas de la historia. Pocos intérpretes ad personam han llegado a influir de forma tan clara en el devenir de los acontecimientos o a tener tanto poder, como mano derecha que fue del Capitán General y Gobernador de la Nueva España. Antes de que existiera como tal, demostró como nadie el valor añadido de la intermediación cultural, inherente a la profesión de intérprete.

Ni heroína, ni villana, ni víctima de las circunstancias. Malinche - “la lengua” en las crónicas de la época - fue ante todo una mujer inteligente, capaz y valiente que supo jugar bien sus bazas para salir airosa de una situación complicada que ella no eligió.

Se puede decir que su intervención cambió el curso de la historia, porque sin su ayuda inestimable la conquista hubiera sido sin duda mucho más larga y cruenta para ambos bandos - sobre todo para el español - teniendo tal vez un resultado final diferente.


Notas:
(1) Con el 5º centenario hay más interés por la conquista en general y también por ella. Hace poco se estrenó la película de Gonzalo Suárez “El Sueño de la Malinche”.

(2) También se la conoce como “la chingada”, sinónimo de prostituta.

(3) Se podría añadir un quinto nombre: Tenépatl (“quien habla vivamente” en náhuatl).

Bibliografía:
https://www.lavanguardia.com/historiayvida/la-malinche-interprete-hernan-cortes_11154_102.html

https://www.nationalgeographic.com.es/historia/grandes-reportajes/malinche-la-indigena-que-abrio-mexico-a-cortes_6229

https://www.mexicodesconocido.com.mx/la-enigmatica-malinche.html

Jane Lewis Brandt, Malinche. Plaza y Janes,1981

Para saber más:
Bernal DÍAZ DEL CASTILLO, Historia verdadera de la conquista de la nueva España,1568
Fanny DEL RÍO, La Verdadera historia de la Malinche, Random House, 2002