Se le llama de múltiples maneras y su uso ha corrido como la pólvora en estos tiempos inciertos de pandemia. Aunque nada puede sustituir la cercanía, la presencia, los gestos o las miradas que acompañan las palabras y las dotan de mil matices distintos, la absoluta imposibilidad del acercamiento físico por la COVID nos ha llevado a dar brillo y esplendor a las herramientas que nos proporciona la bendita tecnología y lanzarnos de cabeza a lo online.
Existen varias situaciones y modalidades de interpretación simultánea a distancia o remota y nuestra experiencia en AIB se ceñía sobre todo a televisión, retransmisiones deportivas en streaming, entregas de premios o alguna que otra ¡intervención quirúrgica! Donde, claro está, los intérpretes no se encuentran físicamente en el mismo espacio que los ponentes o los participantes.
Ya desde los primeros días del confinamiento algunos de nuestros clientes vieron claro que era más importante que nunca reforzar los vínculos dentro de la empresa o de la entidad. Querían verse, comunicarse, reunirse y no permitir que el aislamiento físico les impidiese seguir sintiéndose parte de un grupo, de una gran organización. Así que, manos a la obra, AIB con ellos, todos remando juntos.
Durante semanas, las circunstancias solo permitían trabajar desde casa y desde el primer momento en AIB, empezamos a analizar y probar las plataformas para interpretación remota existentes; tienen características muy distintas y conocerlas a fondo nos permite aconsejar bien a los clientes en función de sus necesidades.
Además de sacar provecho a Zoom con su opción de interpretación a distancia, realizamos pruebas, organizadas exclusivamente para AIB, con distintas plataformas de interpretación remota como Voiceboxer, Olyusei, Kudo o Interactio. Nuestros clientes saben que conocemos las especificidades de cada una y que les brindamos un asesoramiento profesional y completo.
Todo este aprendizaje no estaría completo sin todo el conocimiento relativo a las limitaciones, los requisitos técnicos en interpretación remota para que todo vaya sobre ruedas, y, sobre todo, la atención a la salud de los intérpretes cuando trabajamos a distancia.
Nuestra asociación internacional y su comisión técnica trabajan intensamente en ello y nos proporcionan información contrastada. Desde consejos y mejores prácticas durante la pandemia hasta como cuidar de nuestra salud.
Decía al principio que nada puede sustituir la cercanía, la presencia, los gestos o las miradas; es cierto, pero creo que nunca me he sentido más próxima, más acompañada, más respaldada y más orgullosa de pertenecer a AIB que durante estos meses en los que no podía moverme de casa.