remoto, ta
Del lat. remotus, part. pas. de removere 'retirar, apartar'.1. adj. Muy lejano. Una aldea remota. Tiempos remotos.
2. adj. Que no es verosímil, o está muy distante de suceder. Peligro remoto.
3. adj. Dicho de algo como una idea o una sensación: Vago o impreciso.
estar remoto alguien
1. loc. verb. Estar casi olvidado de algo que supo o aprendió.
RAE
En su artículo Interpretación remota, traducción simultánea a distancia, online, en streaming, plataformas, intérpretes con Zoom del blog de junio de 2020, nuestra socia Pilar García Crecente ya nos hablaba de interpretación simultánea a distancia o remota. Debo confesar que lo de interpretación a distancia, traducción simultánea remota, RSI en sus siglas en inglés son términos que me cuesta incorporar a la profesión de la interpretación de conferencias. Es cierto que es la forma de describir un servicio de interpretación en el que el intérprete se halla en un lugar diferente del lugar del evento. Es trabajo en remoto, como el que han tenido que hacer numerosos profesionales en todo el mundo con la COVID19. Sin embargo, las acepciones de la RAE de la voz remoto no podían distar más de lo que hacemos.
Aun trabajando en remoto, la interpretación remota permite acercar a las personas. Al facilitarles la comunicación de forma verosímil, ya que el trabajo de los intérpretes en buenas condiciones de sonido sigue siendo riguroso y veraz, igual que siempre. En modo alguno es impreciso o vago, como en la tercera acepción del término en la RAE. Así que, cuando hablamos de interpretación remota habrá que entender el término remoto únicamente en el sentido espacial.
Pero vayamos al título de este artículo. En el blog del mes de mayo de 2019, hablando del programa de mentoring entre AIB y el MUIC terminaba diciendo:
Si logramos que los jóvenes intérpretes empiecen su andadura sin tantas incógnitas, con menos zozobra y sintiéndose algo más acompañados que nosotros en su día, todos ganamos. Ganamos AIB, el MUIC y los estudiantes, que son los protagonistas de esta historia.
Pues poco menos de un año después, nos vimos en el MUIC con el curso mediado, a cuatro meses de unos exámenes finales que nadie sabía cómo organizar (si en formato presencial o no presencial) y con unos estudiantes confinados en la recta final de una durísima formación de dos años y el programa de mentoring a medio gas por la imposibilidad de contacto social entre estudiantes y mentores.
Así que, a la vez que nos poníamos manos a la obra con las diferentes herramientas de interpretación a distancia, con sesiones de formación para explorar las mejores opciones, algunos de nosotros tuvimos que hacer lo propio, pero adaptado a la docencia.
La formación de intérpretes a distancia ya cuenta con algunas universidades que llevan ofreciéndola algunos años. No es el caso del MUIC de la UAB, de modo que partíamos de cero y con poco tiempo de reacción.
Tuvimos la suerte de tener unos estudiantes ya avezados en la práctica autónoma, de contar con docentes que pudimos ofrecer una dedicación mayor de la habitual al estar confinados en casa y con la enorme generosidad de los intérpretes de cabina española del SCIC, el servicio de interpretación y organización de conferencias de la Comisión Europea, que nos acompañaron en numerosas sesiones de formación durante las semanas de confinamiento. Justo lo que necesitaban los estudiantes, sentirse acompañados y bien dirigidos para llegar con energía y muy preparados al examen final.
Si alguien me hubiera dicho en enero que los exámenes serían en Zoom y que todo iba a salir bien, no me lo habría creído. Pero sí, así fue.
Es cierto que no hay nada que pueda sustituir todo lo que nos ofrece el contacto humano en las distancias cortas. La información que nos llega de nuestro interlocutor, ya sea un estudiante o nuestro orador, es insustituible por buena que sea la plataforma de interpretación remota o sesión de formación a distancia. Nuestra labor docente o de interpretación se hace mejor en la presencialidad, no hay duda de eso.
Pero en los tiempos que corren es un gran alivio saber que podemos seguir formando a nuestros jóvenes intérpretes, que podemos seguir acompañando a nuestros clientes en sus necesidades de comunicación gracias a las buenas tecnologías.
Mientras esperamos volver poco a poco a eso que venimos a llamar la nueva normalidad.