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Monday, February 20, 2023

¿Cómo gestionamos las emociones en la cabina?

Por Guiomar Stampa, AIB

emoción
Del lat. emotio, -ōnis.
1. f. Alteración del ánimo intensa y pasajera, agradable o penosa, que va acompañada de cierta conmoción somática. DRAE

Words and eggs must be handled with care. Once broken they are impossible things to repair. Words by Anne Sexton

La gestión de las emociones en interpretación es algo crucial en el ejercicio de nuestra profesión.

Lo es en el corto plazo, en ese instante en el que estamos interpretando a alguien que nos hace reír, que nos conmueve o nos hace sentir ganas de llorar. Todos sabemos lo difícil que resulta hablar cuando tenemos ganas de reírnos o un nudo en la garganta. Y no digamos ya mantener la compostura y concentración necesarias para garantizar una interpretación precisa y fiel a la intención de nuestros oradores. Nos lo cuenta muy bien Helena Cabo en la entrevista que le hizo Catherine Sherry en nuestro blog hace unos años.

En el largo plazo, un intérprete debe gestionar las emociones para protegerse de la exposición a situaciones de estrés que genera la exposición a testimonios o relatos dolorosos. No resulta fácil transmitir la intención, la emoción sin empatizar, sin que se quiebre la voz.

Las emociones suelen clasificarse como “buenas o malas”, quizás sería preferible hablar de emociones agradables o desagradables. Lo cierto es que todas cumplen una función, son subjetivas y cada persona las experimenta de una forma. En cabina, cada intérprete reaccionará según su idiosincrasia. Unos tenderán a empatizar otros lograrán distanciarse, pero lo importante es tener conciencia de que todas las emociones tienen un sentido, nos preparan para relacionarnos con nuestro entorno impulsándonos a acercarnos a determinados estímulos y alejarnos de otros.

Las investigaciones sobre el particular se suelen centrar en la Interpretación en los Servicios Públicos, la ISP, donde la exposición a situaciones de alta carga emocional es habitual. También podemos encontrar bibliografía que aborda el Trauma Vicario y la Gestión del Estrés de los intérpretes que trabajaron en Tribunales como los Juicios de Núremberg, el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) o el Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR).

Pero si buscamos estudios que aborden la gestión emocional o el estrés del intérprete de conferencias en su día a día, encontraremos una amplia bibliografía centrada en la gestión del estrés derivada de la interpretación simultánea o consecutiva propiamente dichas. No de la necesaria gestión que requiere la carga emocional que genera lo que escuchamos, analizamos y restituimos.

En las aulas no se imparte una asignatura que ayude al futuro intérprete a gestionar sus emociones. Sin embargo, en mi función de tutora de Trabajos de Fin de Grado y de Fin de Máster he detectado entre los estudiantes un interés creciente por estos temas.

Afortunadamente, hoy en día hablamos de emociones, de estrés y de salud mental con menos tapujos. Eso se refleja en los intereses de los que llegan a la profesión. Esperemos que en el futuro dispongamos de más herramientas para gestionar esa risa incontrolable en cabina, o el nudo en la garganta.

Mientras tanto, las técnicas de relajación siempre ayudarán, antes y después del trabajo.

Hace unos años me tocó interpretar en un acto de altísima carga emocional. El texto que mandaron para poder prepararnos con antelación me sirvió para interpretarlo a la vista en voz alta una y otra vez hasta lograr hacerlo sin que se me quebrara la voz.

Lo de la risa ya es más difícil de controlar, es espontánea y nunca sabes cuando llega. ¿Quién no recuerda alguna situación cómica en cabina, o la risa contagiosa del público? Seguro que todos tenemos infinidad de anécdotas.

Para saber más:
https://ddd.uab.cat/pub/trerecpro/2020/230959/GastoJimenezMariona_TFM2020.pdf
Vicarious trauma and stress management (Ndongo-Keller, Justine, 2015)