Por Lourdes Ramírez, AIB
En el centro de Roma, frente a la entrada principal de una conocida agencia de Naciones Unidas y a solo unos pasos de la imponente explanada del Circo Massimo se encuentran las ruinas de lo que fue la Porta Capena. De un fragmento de pared pende una placa de mármol donde a duras penas se puede leer “Inizio Via Appia”.
La calzada que salía de la Porta Capena no era una carretera cualquiera, más bien la primera y principal. El poeta Estacio la llamó Regina viarum, la reina de los caminos (1). Se empezó a construir en el año 312. a.C. y comunicaba Roma con Capua. Cuando se terminó, en el siglo II a.C., llegaba hasta Brindisi, principal puerto del Adriático. A diferencia de otras vías, estaba empedrada con grandes losas de basalto y su anchura media era de 4,15 m, lo que permitía el paso de 2 carros a la vez circulando en sentido opuesto. Tenía aceras elevadas de tierra batida para peatones, un perfil ligeramente abombado en el centro y vierteaguas a ambos lados para que no se formaran charcos con la lluvia. Unos mojones de piedra llamados miliarios marcaban la distancia en millas (mil pasos dobles) hasta Roma. A lo largo de sus 540 km de recorrido encontramos numerosas tumbas y monumentos funerarios, estaciones de posta para el cambio de caballos y posadas para el descanso de pasajeros - llamadas mansiones -, villas patricias, un teatro y hasta un circo (2).
Siendo la Via Appia una carretera única, no era la única. Desde Roma partían hacia todos los puntos cardinales muchas más calzadas que, enlazando con otras, cubrían toda la península itálica y conectaban entre si todas las provincias del imperio. Con el tiempo llegaron a formar un entramado tan tupido y extenso que se puede hablar de una verdadera gran Red Transeuropea - veinte siglos antes de que se inventara el concepto -. Roma sería el kilómetro cero de esa inmensa, compleja y eficiente red. Sólo que, en lugar de AP-7, N-340, E-15 o C-32, los nombres de sus principales ejes eran mucho más bonitos: por citar solo algunas, las vías Traiana y Popilia en dirección sur; la Tiburtina hacia el este; Aurelia y Aemilia Scaura rumbo al norte y en dirección nordeste Flaminia y Aemilia. Esta última enlazaba con la Via Iulia Augusta que ya penetraba en la Galia (3).
La red viaria que cubría el imperio de uno a otro confín desempeñaba múltiples funciones: permitía a las legiones romanas desplazarse rápidamente y conquistar nuevos territorios, facilitaba la administración de las provincias, comunicaba centros de población entre sí y con puntos estratégicos, favorecía el comercio y la propagación de la cultura. En el momento de máxima expansión territorial sumaba cientos de miles de kilómetros. Se trata de una obra de infraestructura e ingeniería impresionante con los medios disponibles entonces. Representó un enorme salto cualitativo en la logística de los desplazamientos ya que antes no había nada ni remotamente parecido. Mutatis mutandis, salvando el tiempo y las distancias, esa mejora sería comparable a la facilidad con que hoy cruzamos una ciudad en unos minutos con el metro o nos plantamos a cientos de kilómetros en unas pocas horas gracias a la red de Alta Velocidad.
Nadie ha contribuido a visualizarlo mejor que Alexander Trubetskoy, un estadístico y economista norteamericano de origen ruso, cuya pasión es la cartografía moderna. En 2017 presentó este diagrama de las vías romanas de todo el imperio como si fuera el plano del metro de una urbe moderna. Posteriormente ha hecho lo mismo para cada provincia romana (4).
En Hispania la reina de los caminos - por lo menos, en cuanto a longitud y fama - sería la Via Augusta. También llamada Heraclea, arrancaba en los Pirineos donde acababa la Via Domitia y pasaba por Gerunda, Barcino, Tarraco, Saguntum, Valentia, Cartago Nova, Corduba e Hispalis, acabando en Gades. Nada más ni nada menos que 1500 km de recorrido. Un auténtico Corredor del Mediterráneo de la época terminado en tiempo y forma, a diferencia del proyecto actual de casi idéntico trazado (5). La Via Augusta permitía pues ir desde Cádiz hasta la mismísima capital del Imperio cruzando la Galia y sin transbordo ¡hace 2.000 años! Dan fe de ello los famosos Vasos Apolinares o de Vicarello, donde están registradas todas las etapas del itineriario completo, con nombres y distancias, de Gades a Roma (6).
Otras carreteras importantes de Hispania eran la Via Atlántica, muy pegada a la costa lusitana, que unía Onuba (Huelva) con Brigantium (La Coruña); la Via Delapidata que subía en línea recta desde Emerita Augusta (Mérida) hasta Asturica Augusta (Astorga) y la Vía del Norte, que partía de esa ciudad y que era clave para transportar el oro de las minas del Bierzo hasta el puerto de Tarraco.
Los ingenieros que planearon y construyeron esas arterias de comunicación eligieron el mejor emplazamiento posible en cada caso según la orografía del terreno. Por eso no es de extrañar que el trazado de tantas carreteras nacionales y autovías actuales, en España como en otros países europeos, coincida en gran medida con el de las antiguas calzadas romanas. Algunas autopistas están construidas literalmente encima de ellas, con la consiguiente pérdida irreparable de patrimonio.
Muchos siglos después de los días de gloria del imperio, la gran red de carreteras romanas no ha desaparecido. Ha sufrido una metamorfosis y está más transitada hoy que en los tiempos del emperador Trajano. A pesar del tiempo y los avatares de la historia, sigue siendo verdad que todos los caminos llevan a Roma.
Notas:
(1) Publio Papinio Estacio, poeta y maestro, s I a.D. Appia longarum teritur regina viarum
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/e/estacio.htm
(2) https://www.imperivm.org/la-via-apia-el-camino-a-roma/; http://www.enroma.com/appia-antica
(3) https://www.romanoimpero.com
(4) http://sashamaps.net/docs/maps/roman-roads-index/
(5) https://elcorredormediterraneo.com
(6) https://es.wikipedia.org/wiki/Vasos_Apolinares#Otras_fuentes_antiguas_para_el_estudio_de_las_calzadas_romanas
Referencias:
https://www.romanoimpero.com
Isaac Moreno: Ingeniería romana - Carreteras, https://www.youtube.com/watch?v=FFFnUM-cG14
Para saber más:
Proyecto Itiner-e, basado en las 3 fuentes clásicas sobre las vía romanas: Itinerario de Antonino, Vasos de Vicarello y Tabula Peutingeriana https://itinere.recerca.iec.cat/
1 comment:
Precioso artículo que incita a querer saber más y seguir leyendo. ¡Gracias!
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